Porque no todo empieza en septiembre
Cuando nos ponemos a pensar en el verano, nos viene a la idea esos maravillosos días en los que “todo vale”. Son esos momentos de “libertad” que estamos ansiosamente esperando durante todo el año, y más aún en estos tiempos que estamos atravesando, que precisamente la palabra “libertad” ha vuelto a recuperar parte de su valor.
Pero mirémonos a nosotros mismos, qué ocurre en estos días … ¿realmente estamos teniendo y disfrutando plena y completamente esa libertad que tanto ansiamos el resto del año?, o quizás ... ¿Es una libertad limitada?
Por qué las cosas que nos frenan esa libertad, sí, esas cosas que te vienen fácilmente a la cabeza, las posponemos para septiembre … las anotamos en esa interminable y repetida lista de “To do's” hasta que de nuevo, se convierte en la misma lista de todos los años .. cargando a septiembre con promesas que quizás se comienzan, pero la mayoría nunca terminan como se planificaron … ¿Por qué no romper con eso? ¿con esos comportamientos automatizados que siempre nos llevan a donde no queremos volver? ¿por qué no cambiamos completamente de camino? ¿qué tal si te sientes libre cada día? ¿qué pasa si cada día es tu día? ¿qué pasa si te das permiso para cada día tomar acción? ¿qué pasa si hoy cambias eso que sabes que necesitas cambiar? ¿qué tal te sentirías contigo mism@? ¿por qué no empezar a tachar cosas de tu lista HOY mismo, simplemente … porque sí?
Y yo te pregunto, ¿por qué todo empieza en septiembre? ¿Tú que empiezas en septiembre?¿qué cosas son las que se repiten en tu lista verano tras verano?