¿Por qué tengo sentimiento de culpa en Navidad?

El sentimiento de culpa nos suele acompañar sobre todo a las madres pero, ¿por qué tengo sentimiento de culpa en Navidad?

El sentimiento de culpa es una emoción y como tal es el resultado de un hábito de pensamiento seguido de un hábito de acción. Si gestionamos la culpa de forma saludable, puede convertirse en una gran maestra ayudándote a aprender y rectificar, sin embargo, cuando no es así, es la peor de las enemigas, haciendo que te castigues y critiques constantemente.

Si has crecido en una familia tradicional, en la que tu madre estaba en casa mientras estabas de vacaciones navideñas y hacíais cosas juntas, eso es lo que has integrado inconsciente-mente en tu programa de crianza y sientes la necesidad de reproducir ese mismo papel, aunque ni te hayas llegado a plantear si eso es lo que te gustaría de verdad construir con tus hijos, aumentando y manteniendo el complejo de culpa. 

Recuerda que eres el espejo donde se miran tus hijos, ¿qué quieres que vean?¿qué ejemplo quieres darles?¿cómo quieres que sea el tiempo que compartes con ellos?¿qué te gustaría que destacasen de ti cuando crezcan?... Estas son las preguntas importantes, no las que la culpabilidad psicológica te plantea una y otra vez: ¿seré buena madre?¿lo estoy haciendo bien?¿estoy pasando suficiente tiempo con ellos?¿debería cambiarlos de colegio?...

Has de tomar consciencia de quién eres realmente, deja de escuchar a los demás. Pon el foco dentro y después, define en qué madre te quieres convertir. Siéntelo, la respuesta siempre está en TI. 

Localiza el sentimiento de culpa, localiza sus síntomas.

Los síntomas que suelen acompañar al sentimiento de culpa son:

1. Irritabilidad:

Una y otra vez sientes que repites la misma situación al experimentar el mismo sentimiento.

2. Dolor emocional constante: 

La culpa suele estar acompañada por una mala relación contigo misma.

3. Incomodidad: 

Da lo mismo lo que hagas, nunca es suficiente.

4. Ira: 

Por sentir que has vuelto a “cometer el mismo error”.

5. Nerviosismo: 

Al encontrarte siempre en la misma espiral de pensamientos “acusadores”.

6. Tristeza: 

Sientes que no puedes hacer nada para cambiar la situación. Como si nada de lo que hagas, tengas o experimentes te llenase.

 

El sentimiento de culpa está vinculado a nuestra educación y cultura. Continuamente estamos filtrando a través de nuestros valores éticos nuestras acciones. Como resultado te valorarás de una u otra forma (autoestima).

Ser honesta contigo misma, abrazar y entender porque sientes la culpa, te ayudará a superarla y vivir sin tenerla presente en todo momento. Solo tienes que analizar y aprender del error, después suéltala, no tiene nada más que aportarte.


Tener un sentimiento de culpa constante no te hará mejor madre.


Aunque la culpa y la maternidad parecen ir de la mano, tener un sentimiento de culpa acentuado no te hace mejor madre, al contrario, hace que te pierdas los mejores detalles de la crianza, distraida por la culpa psicológica.

Es el peso cultural tradicional vinculado con el rol de madre y mujer lo que te hace sentir esa culpa “inventada”. Algunos ejemplos del sentimiento de culpa materno son los siguientes: Si debería cuidar más su alimentación, si tendrías que dedicarle más tiempo, si estás haciéndolo de verdad lo mejor que puedes, quizás debería haberlo/a apuntado a otro colegio, pasa mucho tiempo en la guardería/ colegio en vez de conmigo,... ¿te resultan familiares? sí, ¿verdad? esto es aprendido, queriendo encajar en el patrón de madre perfecta de forma inconsciente.

Para que puedas identificar algunas de ellas te invito a que pruebes lo siguiente:

  1. ¿Por qué te sientes culpable?

  2. ¿Es algo que ha ocurrido de verdad o es algo que has imaginado?

  3. ¿Es algo que realmente tú has elegido o estás copiando de forma involuntaria?

Y ahora, dime ¿qué has descubierto?

Hay muchas formas de ser madre y tú eres la única persona que tiene el poder de decidir cuál es la que encaja contigo. Tus hijos te quieren a ti, tienen que ver una coherencia interior exterior para conectar contigo de forma genuina. 

Así que estas navidades, ¡reinvéntate mujer!


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